martes, 4 de septiembre de 2012

Secretos.

'Dime qué me quieres decir cuando me dices que no piensas nada, cuando me atraviesa tu mirada 
y tus ojos se llenan de agua. Dime qué me quieres gritar cuando me dices que no pasa nada, cuando ríes y me das la espalda, cuando acaban nuestras noches largas. 
Y empezamos a pelear y asesinar, sin decir nada. Nuestros gestos duelen más que un vendaval a punto de estallar. Tu querías querer y yo no, y me lanzaste cuesta abajo. Quiero recordar cada momento, quiero no pensar ni perder el tiempo. Tengo para ti, solo para ti todos mis versos. Quiero acariciar las estrellas y recuperar nuestras ganas, dime donde están, dime donde están que salgo a buscarlas. Y las cosas que toco se rompen y no sé por qué. Me da igual que dirán, los que quieren que nos vaya mal. Me da igual.'

lunes, 9 de julio de 2012

Ella es el salva pantallas en mi cabeza.

La luz cálida y a la vez fría y tenebrosa. Pero en estos momentos la luz es lo que menos importa, aunque tenga una diminuta importancia, y no es más que sin ella no podría estar viéndola en estos momentos. Cada rayo de luz que se posa sobre ella. Sobre cada gota que resbala sobre su piel en este instante. Es brillante, estremecedora, perfecta. Es preciosa por si sola. Cada punto de luz brilla sobre ella, aunque ya brille sin ayuda. Y me aguanto como puedo. Nunca me hubiera imaginado tener una fuerza de voluntad tan grande como para pararme los pies y evitar salir corriendo a abrazarla y besarla como repetidas veces ha pasado dentro de mi mente y que, sinceramente, ya estoy cansado de que sean solo unos simples pensamientos sin ningún tipo de salida. Por Dios, es preciosa, es como una Diosa, y puedo realmente decir que me gusta. Mucho. Cada peca, cada poro, cada pestaña, cada bello de su cuerpo entero, cada gramo restante de sus muslos, o de su vientre, cada estría, cada imperfección, cada raya marrón chocolate de su iris, cada marca de calcio en cualquier uña, cada curva de su cuerpo, cada sonrisa de estas que esperas y deseas ver a tu lado cada mañana nada más despertarte... Dame una señal, tan solo una, y te juro que lucharé por ti hasta donde haga falta.

domingo, 10 de junio de 2012

Presente.

-Perdone, ¿Ilusiones? -Si. En aquella chica, la de piel y ojos marrones y pelo castaño y rizado. La de la sonrisa bonita, pero desperdiciada. Es una chica normal, sin nada de especial, nada diferente que no se haya visto nunca. Búsquela bien, le costará encontrarla.
Ah, y cuídela, no le haga más daño del que ya lleva dentro.

Segunda puerta a la derecha.


Y empiezas a quebrarte por dentro.
Las malas noticias suelen tener ese efecto. Y si las juntas con las ilusiones de tiempos atrás se acaba formando un quiebre gigantesco, como si de un volcán se tratase.
Como un volcán, una simple ilusion como un granito de arena, pero que poco a poco ha ido creciendo en tu interior por culpa, o gracias, a esos pequeños detalles que parecían señales, y que al final han resultado ilusiones que carecían de valor.
Como un volcán, que a partir de ese granito de ilusiones ha ido agrandando su tamaño hasta convertirse en la montaña de fuego que es ahora. Una montaña ardiente, aunque pocas veces templada, que ya es imposible que vuelva a su estado inicial.
La has cagado.
Todo iba bien.
Hasta que un día alguien te sorprende con una noticia inesperada, una sorpresa esperada y deseada al mismo tiempo, sin darte cuenta de eso.
Y tu mecanismo reacciona, y aparecen los primeros síntomas. Los primeros '¿Será verdad?', o 'Bueno, me alegro por él.' Lo único malo es que en toda reacción no suele haber sólo un síntoma.
Después suele llegar el segundo. La segunda sensación. Los '¿Porqué no?', 'Puede que sea lo mejor.' y 'Creo que es lo que quiero.' Cuando te das cuenta de que dices creer, cuando en el fondo lo deseas con más ganas que nadie.
Y al final acaba llegando lo peor. Esa montaña que ahora es una máquina de fuego y de ardor apasionada que no existe nada para poder frenar.
La misma que ahora te grita desde tu interior 'SI, HAZLO.', o 'QUIÉRELE, NO SEAS TONTA, SABES QUE ÉL HACE LO MISMO CONTIGO, QUERERTE.'
Pero de golpe. Pum. Plas. Chof. Cras. Aparece una explosión de sentimientos de un color rojizo, que te quema las ilusiones si las introduces en su interior.
Que te abrasa si te acercas tan solo a unos centímetros a ellos. Que se pueden ver desde mertos atrás. Que se pueden sentir desde kilómetros.
Y te das cuenta de lo que realmente eran esos sentimientos.
Los de él: mentira.
 Los tuyos: ilusiones.








jueves, 7 de junio de 2012

Si tú te quieres, ellos también podrán hacerlo.

Me encantaría poder hacerlo. Y estoy segura de que la mayoría de los seres humanos matarían por sentirse bien al hacer esto.
Mirar al espejo, a nuestro reflejo, pero imaginándonos que ese cuerpo que vemos no es más que el de esa persona que tanto nos fastidia no poder tener.
Poder mirar imaginándote tal situación, mientras dices con el mayor orgullo: 
Esto es lo que te estás perdiendo.
Estaría bien poder sentirse
 cómodo con un mismo 
diciendo esto, 
¿verdad?
Dame defectos, y crearé a una persona única.

martes, 5 de junio de 2012

Tanta pasión escondida durante tanto tiempo, justo aquí, aquí dentro de mi, que no quiero ni imaginarme en qué tipo de caos se transformará cuando por fin tenga la oportunidad de salir.


Una sociedad que aisla a sus jóvenes, corta sus amarras: está condenada a desangrarse.


'El autoestima baja es un problema bastante recurrente en las sociedades modernas. Es que este mundo competitivo deja fuera de su ritmo a muchas personas, que llegan a desconfiar de sus propias posibilidades. Sufrir problemas de autoestima baja es algo totalmente común en la vida que se lleva en estos días. Resulta difícil quererse y, sobre todo, estar conforme con la vida que se lleva, cada vez más demandante en todo sentido.
Tampoco se está hablando de desarrollar un ego tremendamente profundo, simplemente de aprender a querernos más y valorarnos más. Tenernos más confianza para poder lograr lo que pretendemos.
No es sencillo programarse contra el pesimismo, pero que se puede, se puede. Debes empezar a pensar en positivo, tratando de crecer como personas para lograr lo que nos proponemos. 


Nada es para siempre. Y quien dijo nada dijo recuerdos.

Esa rabia que te come cuando has tenido la oportunidad y no la has sabido aprovechar. Esa quemadura por dentro cuando ves los poros de su piel tocando los de otra piel ajena a la tuya. Esa desesperación al buscar su mirada esperando que esta esté buscando también la tuya.
Aunque eso es lo de menos importancia en todo este absurdo asunto.
En este juego tonto jugado por dos personajes todavía más tontos.
El problema es que le quiero.
Mierda.

sábado, 2 de junio de 2012

El tiempo avanza, pero sigues igual de chafada que siempre.

Tan solo pido un día en el que pueda mirarme al espejo y sentirme bien. Tan solo pido que todos mis esfuerzos valgan la pena. Que todo lo que estoy sufriendo me haga sonreír algún día. Tan solo pido poder salir a la calle segura de mi misma. Poder estar a gusto sin importarme lo que digan los demás. Tan solo pido una mirada al espejo recién levantada que me alegre el día, en vez de hundirlo como la mayoría de veces. Tan solo pido una minúscula fuerza de voluntad que me ayude a seguir adelante... no es tan difícil, ¿no?

lunes, 28 de mayo de 2012

'Entonces hagamos nuestro este mundo.'

'Hola, soy yo. Ese chico que te quiere. Ese chico distinto a los demás, que por más que lo intenta no sabe cómo hacer para hacerte saber todo lo que siente. No soy como todos los demás. No puedo darte un giño de ojos sensual, ni una mirada pícara, ni una vista deseosa a tus labios. Soy ese chico que se esconde y se conforma con observarte de lejos. Dios... si pudieras verte desde lejos. Que se me eriza la piel cada vez que sale un simple suspiro de tu boca. Que me entran escalofríos cada vez que te pasas la lengua por el borde de los labios para humedecerlos. Que siento un nudo en el estómago cuando pasas una mirada rápida a cualquier otro idiota de los que tienes a tu alrededor. Que se me corta la respiración cuando ese idiota soy yo. Lo se, puede que no se me note mucho. Pero mi cuerpo se estremece cada vez que lo imagino junto al tuyo. Que puede que te mire como a otra cualquiera, pero en mi cabeza solo pasan cosas únicas. Cosas únicas que con muy mala suerte, y puede que sea lo más probable, no lleguen a ocurrir nunca. Tienes razón al pensar que soy un estúpido comportándome de esta manera tan discreta cuando lo único que quiero es que la discreción entre tú y yo desaparezca, pero tendrás que perdonarme, porque esta es mi forma de ser. Pero no te preocupes pequeña, porque tarde o temprano, y espero, más deseo, que la segunda opción, encontraré la solución a todos nuestros problemas con un simple beso que te haga plantearte cosas que nunca hubieras imaginado que te llegarías a plantear. Porque si tú también quieres, este mundo será todo nuestro, princesa.'

domingo, 27 de mayo de 2012

El primer paso es decidir por uno mismo el nivel de importancia de las cosas.

Lo único que quiero es cerrar los ojos y que todo se desvanezca. Que venga una ráfaga de viento y se lo lleve todo como a unas minúsculas motas de polvo. Si, minúsculas. Ojalá fuesen minúsculas. Igual de minúsculas como mi tristeza delante de todos, como mi atención cuando alguien me habla de ese tema, como la importancia a la que ven que le doy. Igual de minúsculas que mis sentimientos mostrados a la gente de mi alrededor. Pero, desgraciadamente, son todo lo contrario. Son motas de polvo gigantescas. Igual de gigantescas como mis lágrimas noche tras noche con la palabra 'desperdicio' grabada, como mis crujidos al escuchar palabras que hubiera deseado no escuchar nunca, como las risas sin sentido y las sonrisas forzadas que se apoderan de mi día tras día. Igual de gigantescas como esas obras de teatro diarias tituladas 'Parte uno: Crees que me importa lo más mínimo lo que ella sufre'; 'Parte dos: Lo se, te parezco una egoísta'; 'Parte tres: 'Solo intentaba alejarme todo lo posible para no sufrir'. Y lo malo, al fin y al cabo, es que justamente esa obra, dudo mucho que tenga un final feliz. Aunque lo peor de todo, y el mayor fallo que cometemos la mayoría de los seres humanos, es que le damos demasiada importancia a cosas que no se merecen ni una décima parte de la que le vemos, y desaprovechamos regalos del día a día que, aunque parezcan simples y de adorno, son lo mejor que podemos tener.

sábado, 19 de mayo de 2012

Vale, el amor aveces también permanece.

Es como un bucle de sentimientos. Un remolino interminable que no acaba nunca. Y cuando parece que está a punto de desvanecerse vuelve al mismo punto de partida del cual conseguiste escapar pero que al final no ha servido de nada. Has conseguido controlar tus sentimientos durante todo este tiempo, y aunque tu cabeza te hace pensar que al recordar esas noches no vuelve a sentir nada, hay otros factores que te indican todo lo contrario. Las miradas que antes eran un simple contacto ahora se vuelven un intercambio de sensaciones y recuerdos. Las sonrisas que eran un simple 'Gracias' o un caprichoso 'Cállate idiota' ahora se vuelven un significante 'Gracias por todos esos momentos' o un deseado 'Cállate idiota, y bésame'. Así que no se como acabará esto, pero si volvemos al punto de partida del que un día partimos rumbo a la felicidad sin miedos, sin odios ni momentos dignos de no recordar, espero que cuando se acabe, se acabe de verdad.

viernes, 11 de mayo de 2012

Cómo la primera vez después de la segunda, de la tercera, de la cuarta....

¿Cuánto tiempo hacía que no me sentía así? A decir verdad, tampoco mucho. Como una hormiga en un mundo de gigantes. Como un cero en un mundo de infinitos. Como un punto oscuro en una habitación plenamente iluminada. Y es cuando me doy cuenta de que este mundo no es para mi, una niña que puedo, pero nunca llegaría a conseguirlo; que quiero, per nunca me levantaría a luchar por ello; que se que lo podría conseguir, pero me autoconvezco de que no llego. 
Este mundo es para gente con autoestima, con confianza en sí mismo, con seguridad propia. Este mundo es para gente que sabe lo que quiere, sabe lo que puede hacer y que sabe de lo que es capaz de realizar para conseguirlo. Este mundo es para gente sin miedos, sin fronteras, tan solo con muros casi invisibles en los que son capaces de escabullirse y cruzarlo sin el mínimo esfuerzo. Y todo esto vendría a ser lo mismo que todo lo contrario a mi.
Y vuelven las lágrimas. Esas lágrimas con ese sabor tan amargo y ácido. Amargura de decepción en mi misma, y al mismo tiempo acidez de maldición hacia mi propia persona. Lágrimas distinas a todas las demás, de las que no se borran con sonrisas del día a día, sino con metas ganadas y sueños cumplidos, pero lo único que consigo en estos momentos son metas destruidas, sueños abandonados y esfuerzos en el olvido.

Tan solo soy esa chica estúpida que no consigue objetivos con frecuencia, y los pocos que consigo me los guardo a mi misma. Nunca me ha gustado mostrar mis metas cumplidas, ni nunca me gustará hacerlo. 
Tan solo soy esa desconocida que te cruzas en un paso de cebra, en una cafetería comprando una botella de agua, o paseando por el centro de la ciudad sin rumbo alguno, que se siente especial pero que nunca lo admitirá ni se mostrará tal y como es. Siempre he visto innecesário mostrar al mundo, o al menos a un simple amigo, de todo lo que soy capaz de hacer, y, es más, estoy segura de que el mundo, y ni siquiera mi simple amigo, llegará a verlo nunca.
Tan solo soy esa diminuta mota de polvo en un desierto de diamantes relucientes, brillando por si mismos, brillando por sus cualidades, brillando por cada objetivo alcanzado, y yo aquí, con un color grisáceo y pálido como prueba de mis esfuerzos no cumplidos, como prueba de las metas que yo misma me destruyo.

Simplemente tiendo a caer cuando veo que me estoy elevando. Simplemente tiendo a destruirme o a esconderme cuando veo que algo bueno está surgiendo de mis adentros. Simplemete soy esa cría que algún día podría triunfar en este mundo de opuestos a mi misma, pero que se que eso es algo casi imposible, o lo menos probable teniendo en cuenta las circunstancias y barreras a las que me someto a mi misma.

Así que me presento: Soy esa chica de la esquina al fondo, la que quiere resaltar pero se esconde delante del chico de la fila de delante, a la que nunca verás en un primer plano. Encantada.






 

sábado, 5 de mayo de 2012

Kill society.

Si, tengo mis virtudes, pero también tengo mis defectos. Como tú. Como todos. Y creo que estaremos de acuerdo en que la sociedad no puede determinar si una persona es hermosa o no. Si tiene un cuerpo espectacular o no. Si es perfecta en todas sus proporciones o no. Que el odio más profundo que podemos tener es a esas personas que nos ensucian cuando nosotros solo queremos limpiarnos de esta mierda de sociedad. Y es así. No tienes porqué sufrir tanto por esto. No es culpa tuya, tan solo es culpa de tu genética. No te machaques tanto. Puede que no te gustes, pero te ha tocado ser así. A ti y a todos. Y puede que no lo creas, pero mientras tú en el espejo solamente ves un bicho raro, una especie de animal sin identificar, asqueroso y horrible, otra persona puede estar viendo algo bueno, algo que les gusta. Algo bonito. ¿Que no eres perfecto? Pues eso lo mejor que te ha podido pasar. Porque lo perfecto está sobrevalorado. Lo perfecto es algo aburrido. Es algo por lo que muchos matarían ser, sin saber lo que conlleva su persona. De vez en cuando hay que saltarse las reglas, romper la rutina, y siendo perfecto es con lo último que puedes lograr esto.
Ya no se trata de gustarle a los demás, se trata de gustarte a ti mismo. Y miras a tu alrededor, y empiezas a preguntarte a qué clase de especie perdida perteneces. Te preguntas porqué a ti, porqué no puedes ser como los demás. Te sientes inferior. Menos. Un cero entre infinitos. Hasta que llega una persona que te quiere por como eres, no por lo que el mundo quiere que seas.


'Un consejo no sirve de nada si el que te aconseja no ha estado en tu misma situación', así que considero que puedo aconsejarte. El caso es que solo te hace falta un empujón, un pequeño impulso, así que levántate y límpiate. Porque esta sociedad no va a poder acabar contigo, ni con nadie.

jueves, 3 de mayo de 2012

A él.

Cuando el deseo se apodera. Cuando tu cuerpo cada vez pide más. Cuando te das cuenta de tus sentimientos. Cuando te das cuenta de que no es amor, y a la vez te das cuenta de que es lo mejor que puedes sentir en ese momento. Desamor. Sólo pasión. Calor. Fuego. Cuando te das cuenta de que los cuentos de hadas son para niñas disfrazadas de mariposas. De que los príncipes azules son para pequeñas inocentes princesas. De que los finales felices son para las historias sin acabar. Cuando te das cuenta de que eso del amor es sólo un maldito cuento que nos han contado desde pequeños con el único fin de, al menos, ser un poco agradables en este mundo. Cuando te das cuenta de que los besos y los abrazos infinitos tan solo son posibles en la oscuridad de una habitación que arde. Es en ese momento cuando te das cuenta de lo que realmente quieres. Y lo quieres de la manera que sea, sólo con la condición de que sea tuyo.

lunes, 30 de abril de 2012

Puede que no vuele. Puede que no tenga alas. Pero tampoco estoy muy lejos de conseguirlo.

Hay dos tipos de días. Esos en los que te levantas con ganas de comerte el mundo y, como casi siempre, te acabas comiendo el suelo; y luego están esos días en los que te levantas con ganas de tan solo comerte el desayuno sin saber que ese día estarás un poquito más cerca de comerte realmente el mundo. Y hoy se podría decir que ha sido uno de esos días. Puede que algo haya salido mal, pero son pequeños detalles sin importancia. Puede que algo no haya salido como esperabas, pero puede que a la larga te sirve de soporte para saber lo que tendrás que evitar la próxima vez. Puede que no hayas tocado el cielo, pero has sentido las nubes casi rozar las yemas de tus dedos. Y es esa sensación. Justo esa. La que te hace seguir. La que hace que te des cuenta de que cada día vale la pena. De que cada día, con un poco de esfuerzo, puedas estar más cerca de la meta. De esa meta. De ese cielo. Porque puede que no tengas alas, pero nadie ha dicho que no puedas volar sin ellas. Vale, puede que no vueles, pero puedes saltar. Saltar muy alto, tanto que no se distinga de la sensación, tanto que no se distinga si estás volando o es un simple impulso hacia el suelo. Tan solo salta. Corre. Disfruta. Continua. No te rindas. Lucha. Vuela.


miércoles, 25 de abril de 2012

A medianoche.

Hay gente a la que le gusta conocer a extraños y hacer amigos con facilidad, pero yo nunca he sido así. Ni por asomo. Es curioso, cuando la gente llama te 'tímida', suele sonreír. Como si hiciera gracia, como si se tratara de  unas manías que acabas perdiendo cuando te haces mayor, como los huecos que te quedan entre los dientes cuando se te caen los de leche. Si supieran lo que se siente cuando no solo se trata de que te cueste romper el hielo, sino de ser tímido de verdad, no sonreirían. Se lo pensarían dos veces si supieran que esa sensación te atenaza el estómago, o te hace sudar las manos, o te impide decir algo que tenga sentido. No les haría ninguna gracia, estoy segura.


martes, 24 de abril de 2012

Cosas que realmente no importan.


Paso firme. Paso seguro. Cabeza alta. Cabeza recta. Mirada al frente. Mirada que imnotiza. Sonrisa puesta. Sonrisa que brilla. Sacando pecho. Sacando trasero. Sacando orgullo. Sacando confianza. Sacanzdo autoestima. Sacando seguridad. Sacando pasión. Sacando sensualidad. Sacando noches de fiesta. Sacando juerga. Escondiendo miedos. Escondiendo timideces. Escondiendo inseguridades. Escondiendo lágrimas. Escondiendo decepciones. Escondiendo aburrimiento. Escondiendo noches sola en casa. Escondiendo canciones tristes. Escondiendo películas que emocionan. Escondiendo sentimientos. Escondiendo amor. Sacando fuego.



Hay dolores que permanecen. Dolores bonitos.

Y ves como todo se ha acabado. Y no ha acabado precisamente como tú te esperabas. Pero eso no es más culpa, que tuya. Antes de actuar, recuerda. Recuerda que hubo un tiempo en el que las sonrisas volaban. Recuerda que hubo un tiempo en el que las miradas echaban fuego. Que hubo un tiempo en el que las manos bailaban solas, al compás de los cuerpos. Que hubo un tiempo en el que erais felices juntos. Recuerda todo eso. Y puede que ahora ya no quede nada, pero intenta hacerlo bien, que cuando ella hable se sienta orgullosa al decir 'Ese chico, ese. Ese estuvo enamorado de mí'. Haz que su sonrisa parezca un Sol después de esa tormenta de lágrimas. Pero, sobre todo, recuerda: hubo un tiempo en el que estuvisteis enamorados. Y lo más importante: no hagas que ella se arrepienta de nada.


lunes, 23 de abril de 2012

The change.

'Piensas que eres fuerte. Sabes las palabras que tienes que decir. Te congelas en tu lugar, esperando a que llegue el momento para irte a dormir. He estado gritando, y se que tú también sientes el dolor, ¿no me oyes?. Digo que esto está acabado. Si, acabado. Pero de alguna forma te necesito pase lo que pase. Dime que me quieres, pero nunca será suficiente. Nunca me he referido a mentir, pero no soy la chica que crees que soy. Soy más de lo que soy contigo. Soy más de lo que soy conmigo misma. No soy tan diferente. No soy nada que no se pueda ver. Tú cambias. Yo miento. Las cosas son más fáciles cuándo nos hacemos daño el uno al otro, y parece ser que ninguno está dispuesto a cambiar eso. Y, sinceramente, estás soñando si sigues creyendo que voy a estar a tu lado hasta el final. Aunque te mienta a ti. Aunque me mienta a mi. Aunque me digas que me quieres. Nunca será suficiente.'


jueves, 19 de abril de 2012

Que si hay que hacer cambios, que sean a mejor.


Cambiemos esas pequeñas verdades detrás de cada 'era broma'. Esos pequeños conocimientos detrás de cada 'no se'. Esos pequeños sentimientos detrás de cada 'no me importa'. Esos pequeños miedos detrás de cada 'todo va bien'. Esos pequeños dolores detrás de cada 'no me hace daño'. Esas pequeñas lágrimas detrás de cada 'tranquilo, no pasa nada'. Cambiemos eso por pequeñas sonrisas detrás de cada mirada. Por esas miradas detrás de cada sonrisa. Por esas lágrimas de felicidad detrás de ese 'te echaba de menos'. Por esos labios mordidos detrás de cada 'bésame'. Por esos besos detrás de cada 'eres idiota'. Por esa felicidad detrás de cada 'te quiero'.


'¿Cómo --------------------------------?'

Me lo imagino como un sitio oscuro, cerrado, donde estás atrapado y no tienes forma de la cual salir. Donde por más que grites nadie te oirá, nadie irá en tu ayuda. Y cuanto más grites más te agotas, más débil suena tu voz, hasta que paras de gritar, te dás por vencida, lo asumes todo. Y no te da igual estar así, lo único es que lo asumes, lo aceptas. Porque te quedas en tu sitio, donde te corresponde, con lo que te corresponde sin luchar por lo que realmente quieres, sin luchar por lo que te gustaría llegar a ser o hacer. Porque eres una cobarde. Una cobarde que por culpa de algún que otro fallo de genética o educación desde pequeña, sea lo que sea, ha aprendido, o cree, que lo mejor es asumirlo todo, sin intentar hacer un esfuerzo por mejorar, por contentar a los demás. Te quedas quieta, en tu sitio, conformándote a ti y a los demás, pero aún así sabiendo que no es lo que quieres lo sigues haciendo. Te conformas con cualquier cosa, nunca pidés más, nunca te quieres superar. Porque aunque tu corazón te lo esté pidiendo a gritos, tu cabeza y tu cuerpo te lo impiden, te echan hacia atrás, con cosas simples pero demasiado efectivas en ti, como la vergüenza, el temor, la timidez o el miedo al desprecio, al rechazo o al fracaso. 





Ella no lo entiende. ¿Qué es lo que quiere? ¿Qué se supone que va a conseguir de esta forma? Pero ya está cansada. Nunca ha seguido a su cabeza, siempre se dejaba guiar por su corazón, pero nunca es tarde para hacer algo por primera vez. Si le sale mal, aprende una lección y sigue hacia delante. Si le sale bien, aprende otra lección y sigue hacia delante. Puede que haya tirado la toalla demasiado rápido, y lo sabe, pero más vale toalla seca en el suelo, que toalla bañada en lágrimas en mano. Y ahora puede que esa toalla tirada se moje un poco de vez en cuando. Puede que se moje de lágrimas. Pero sabe que esas lágrimas no serán de otra cosa que de felicidad.



Lo que de verdad importa es, a veces, en lo que menos pensamos.

Tienes una vida. Tienes personas en ella. Tienes familiares que te quieren. Tienes una familia que daría la vida por ti. Tienes una familia que hace todo lo posible para que vivas lo mejor que puedes vivir. Tienes amigos. Tienes amigos que te apoyan. Tienes amigos que te hacen reír cuando lloras. Tienes amigos que te hacen llorar de risa cuando ríes. Tienes amigos que ni tú cambiarías, ni ellos te cambiarían a ti por nada del mundo. Tienes un hogar. Tienes un hogar que te da calor cuando tienes frío. Tienes un hogar que te da frío cuando tienes calor. Tienes una habitación donde puedes ser tú mismo. Tienes una cama donde puedes soñar todo lo que quieras. Tienes un mundo donde poder cumplir tus sueños... ¿Y tú te preocupas por una persona que ni siquiera se preocupa por ti?


miércoles, 18 de abril de 2012

Echar a volar lo más fuerte posible.


Uno puede soñar, no lo niego, incluso digo que uno DEBE soñar, pero si estás pensando en un futuro inexistente, te pierdes el presente importante y del cual saldrá ese futuro que imaginas, así que estate en el tiempo que estás, fíjate donde pisas y al disparo de la pistola sales corriendo a alcanzar la meta. Sin temores, sin miedos, sin indiferencias, sin rencores y con la mayor autoestima.


Aprender de las victorias es demasiado estúpido.

El miedo al fracaso no es lo tuyo. No va contigo, no pegáis. O lo tienes calculado, con todas las de ganar y la victoria asegurada, o no lo haces, ni si quiera lo intentas. Porque por cada paso que des no tienes miedo de ir dos hacia atrás, ni tres ni cuatro, tienes miedo de caerte directamente, caer mal y hacerte daño. Porque cada caída es dolor, todas duelen, no se salva ninguna frente a esto. Pero siempre que has caído te ha dolido, y por eso no te das cuenta de que hay caidas que no duelen, que pueden molestar, pero se pone las manos delante para pararla y amortiguar y el dolor ya no es el mismo, es distinto. Es menos. Que no todas las caídas tienen que ser de morros. Después de cada caída una tiene que levantarse, sacudirse el polvo y seguir su camino. Incluso a paso más ligero y seguro. Porque ya sabes como ha sido la caída, y tienes que presumir de ello, porque ya sabes lo que se siente, ya has aprendido una lección, y ya sabes que hacer para que las posibilidades de volverte a caer sean menores


Sentimientos inexplicables que cambian inexplicablemente.

Y llega un momento en el que no puedes más. Lo bonito se acaba pronto, y lo malo llega demasiado rápido. Y te pasas las noches pensando en qué pudo pasar. En qué os habéis convertido para que esto acabara así. En cómo vuestros sentimientos han dado un giro de 180º de repente, o eso es lo parece, y lo que más temes. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Hace casi segundos nos pasábamos los días con miradas, caricias y sonrisas. ¿Y ahora qué? Las miradas se han convertido en parpadeos, las caricias en rasguños, y las sonrisas en suspiros. Hace segundos que él te miraba y te susurraba un 'te quiero' que hacía que tu cuerpo se estremeciera. Que hacía que su cuerpo fuera el deseo más grande que podías tener en esos momentos. Hace segundos que él se acercaba a dos centímetros de ti, poniendo sus labios casi junto a los tuyos, pidiendote que le besaras. Pidiéndote que le hicieras tuyo. Pidiéndote amor. Hace segundos que él venía por detrás y te abrazaba por la espalda, suspirando en tu cuello. Suspiros de pasión. Suspiros de desesperación. Suspiros de necesidad.