jueves, 3 de mayo de 2012

A él.

Cuando el deseo se apodera. Cuando tu cuerpo cada vez pide más. Cuando te das cuenta de tus sentimientos. Cuando te das cuenta de que no es amor, y a la vez te das cuenta de que es lo mejor que puedes sentir en ese momento. Desamor. Sólo pasión. Calor. Fuego. Cuando te das cuenta de que los cuentos de hadas son para niñas disfrazadas de mariposas. De que los príncipes azules son para pequeñas inocentes princesas. De que los finales felices son para las historias sin acabar. Cuando te das cuenta de que eso del amor es sólo un maldito cuento que nos han contado desde pequeños con el único fin de, al menos, ser un poco agradables en este mundo. Cuando te das cuenta de que los besos y los abrazos infinitos tan solo son posibles en la oscuridad de una habitación que arde. Es en ese momento cuando te das cuenta de lo que realmente quieres. Y lo quieres de la manera que sea, sólo con la condición de que sea tuyo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario